Cuando le dio la gana afinó su guitarra y empezó a tocar. Hacía lo que quería cuando quería, sin darle cuentas a nadie. Era un narcisista arrogante, pero ¡qué cojones!, le daba mil vueltas a todos los allí presentes. Su sonido era increíble. Ella lo miraba desde la otra punta del local, se había prometido mil veces no enamorarse, y menos de un chulo como él, que solo se quería a si mismo, a sí mismo y a la música. Pero sus ojos azules, su lisa melena castaña y los sonidos de aquella vieja Les Paul se le clavaban como cuchillos afilados, abriendo lentamente todas las heridas del pasado.




Estaba enamorada. Irremediablemente enamorada.

CONFÍO EN TI.


y eso es algo muy grande.

'Si en algún momento de tu vida tropiezas con este texto,ten en cuenta que es bajo tu responsabilidad y nada más que bajo tu responsabilidad...'

En algún momento deberás saber que tu actitud te lleva a la soledad más absoluta,a la vida más desgraciada.Toda la gente que tienes a tu lado desaparecerá como el humo en cuanto los necesites de verdad...

Te darás cuenta pues,y recordarás,que tuviste a alguien al lado en un momento de tu vida y los desperdiciaste por el puro egoísmo de una mente mal construída...

Ese alguien ahora ahoga sus penas en un vaso mal lavado,en una persona mal elegida o un vicio mal usado.Si vas a por él en este preciso instante no solo te rechazará,sino que hará de tu mísera vida un infierno con todo y poco que le queda.

Fdo:Anónimo(Texto encontrado dentro de una botella de cristal tirada al mar)

Tus palabras se me clavan como cuchillos afilados que abren lentamente las heridas que un día creí cerradas.

Ella.

Deambulaba perdida bajo la lluvia, sin paraguas y mirando al suelo. A pesar de estar en pleno junio llovía a cántaros, pero no era una de esas lluvias con bochorno o tormentas de verano, no, esta era una noche fria y oscura, como si de invierno se tratara. La mitad de las farolas estaban fundidas, y la otra mitad la observaban, silenciosas. No había nadie más por la calle, aunque de vez en cuando pasaba algún coche, o algún gato despistado corría a refugiarse. Ella caminaba indiferente a esto. Sus lágrimas se fundían con las gotas de lluvia, y la negra raya de sus ojos cada vez se difuminaba más. Tenía frio y estaba empapada, pero le daba igual. No sabía lo que quería ni lo que sentía, ni siquiera sabía quien era. Tenía todo para ser feliz, pero cada vez estaba más triste, más perdida. Se sentía fuera de lugar. Todo lo que había sido le resultaba más absurdo por momentos. Y lo que ahora era, le parecía una farsa. Echó a correr, cada vez más rápido. En esos momentos odiaba todo y a todos. Y eso le hacía sentirse más deprimida aún.

I CAN('T) DO THIS.

¿Qué te gusta de él?

Su embriagante olor. A veces, cuando el está lejos, puedo sentirlo y me proporciona la tranquilidad que necesito acompañada de una sonrisilla tonta en mis labios. La forma en que me mira, con sus preciosos ojos azules. Y la manera chulesca con la que se aparta el pelo de la cara. Su pelo, su preciosa melena rubia también me gusta. Eso y su chaqueta de cuero, fue lo que me hizo fijarme en él. Me gustan sus pecas, y el aire infantil que le dan. Sus besos, sus caricias, su forma de abrazarme. Sentirme protegida entre sus brazos. Sus ganas, que luche por lo que quiere. Su timidez y su bordería. Su miedo a los perros y a las alturas. Su sonrisa, esa sonrisa blanca y perfecta que siempre viste, pase lo que pase. Amanecer junto a él despues de una loca noche de pasión, o simplemente un atardecer a su lado.

Me encantas. Me encanta encantarte, y me encanta que me encantes.

Ilusiones

Ocho meses. Sesenta y cuatro semanas. Doscientos cuarenta dias. En ese tiempo pueden pasar muchas cosas. Te puede crecer el pelo diez centímetros, puede cambiar tu forma de vestir. Puedes volverte mas culta, más eficiente. Puedes odiar, puedes querer, puedes conocer gente increible. Puedes sentirte desplazada, o puedes encontrar tu lugar. Puedes viajar, ir a conciertos, sacar fotos o escribir muchos textos. Puedes olvidar, puedes perdonar. Puedes enamorarte perdidamente. También se pueden enamorar de ti. Puedes mandarlo todo a la mierda, y también puedes arrepentirte. Puedes sentirte la persona mas feliz, o la mas desgraciada. Puedes reir, llorar, gritar saltar.

Ilusiones. De ti depende que se pinchen, o que sigan volando.

'Albii.'

Y tras casi dos años, él volvió. Ella había conseguido quitarse la venda que durante tanto tiempo cubría sus ojos, y había aprendido a vivir sin él. Su primer amor. El que más daño le hizo en su vida. El mismo que la hizo cambiar por completo. Sus gustos, su estilo, su forma de ver la vida. Ya no confiaba en nadie.
Sería el alcohol, la noche, la luna llena quizás. Pero tras dos años rompió el silencio. Rompió sus esquemas también, con el mismo egoísmo de siempre. Él no cambia, no cambió y nunca lo hará.



Si es que ya se lo dijo una vez, 'las palabras se las lleva el viento'.

Déjame.

Déjame probar el sabor de tus labios. Déjame recorrer cada resquicio de tu piel. Déjame tu olor en mi cuerpo, ese olor tan adictivo. Déjame vivir el momento, no pensar en el mañana. Déjame hacerte reír, déjame discutir contigo. Déjame no pensar en nada. Déjame escuchar música apoyada en tu pecho. Déjame vivir un corto pero intenso tiempo a tu lado. Déjame arroparme en tu cariño.



Pero luego déjame, déjame antes de que pueda hacerte daño.

Adiós.

Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo
esta letra no la protestaré.
Ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.

A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitir que taladre un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca..



Estos ojos, no lloran mas por ti.

Sabina ♥

El moño, las pestañas, las pupilas. El peroné, la tibia, las narices, la frente. Los tobillos, las axilas el menisco. La aorta, las varices. La garganta, los párpados, las cejas, las plantas de los pies. La comisura, los cabellos, el cóxis, las orejas. Los nervios, la matriz, la dentadura. Las encías, las nalgas, los tendones. La rabadilla, el vientre, las costillas, los húmeros. El pubis, los talones. La clavícula, el cráneo, la papada. El clítoris, el alma, las cosquillas..




Esa es mi patria, alrededor no hay nada.

seis.

Un trozo de madera, un poco de barniz, y seis cuerdas.






Mi. Si. Sol. Re. La. Mi.